jueves, 21 de junio de 2012

Iswe Letu: Versiones poéticas de varios autores


Michael Simic: Senos (*)
.
Me gustan los senos prietos
los pechos rebosantes
protegidos por un capullo.
.
Surgen tentadores en la noche.
Los bestiarios de los antiguos
que incorporan al unicornio
los han querido dejado fuera.
.
Espermático, como el levante
hora antes de que se alce el sol,
dos asadores para la magnífica
piedra filosofal
por lo que vale la pena enojarse.
.
Sobrellevan en sus pezones
notas de jadeos inaudibles,
vocales de gozosa claridad
para el corto colegio rojo de nuestras bocas.
.
En otro ámbito, la soledad
hace otra entrada siniestra
en su libro mayor, la miseria
pide fiada otra taza de arroz.
.
Se acercan: presencia
animal. En el granero
la leche tiembla en el cubo.
.
Me deleita encaminarme a ellos
desde abajo, como un rapaz
que se encarama a una silla
para lograr el fruto prohibido del recipiente.
.
Suavemente, con mi boca,
ir soltando la botonadura.
Hacer que se escurran en mis manos
como dos vasos de cerveza recién vertida.
.
Escupo sobre los cretinos que no han metido 
los senos en su metafísica,
sobre los astrónomos que no los han contado
entre las lunas de la tierra...
.
Proporcionan a cada dedo
su real forma, su alegría:
jabón angelical, espuma
en que nuestras manos se lavan.
.
Y cómo dignifica la lengua
a estos dos panecillos agrios,
pues la lengua es una pluma
sumergida en yema de huevo.
.
Yo insisto en que una doncella
desnuda hasta la cintura
es el primero y último prodigio,
.
que el antiguo portero en su lecho de muerte
que solicitó ver los senos de su desposada
para una ultima ocasión
es el más grande poeta que ha existido.
.
Oh, mis queridas, mis pensativas gaitas.
Fíjense, todas dormitan en el universo.
.
Ahora, en la inmovilidad absoluta
del tiempo, aproximando la cintura
de mi amada hacia la de un servidor
.
derramaré cada seno
como una torpe y negra uva
adentro del panal
de mis adormecidos labios.


-



Jean-Joseph Rabearivelo

('Amanecer', 
versión libre de Iswe Letu 
de este poema del libro
'Presque-Songes', 1934)



Camaradas, amigos, una pregunta tan solo: 
¿No habéis visto ya a la aurora dirigirse, 
como una coqueta, al paraíso de la noche? 
Pues contemplazla ahora mismo, que retorna 
por los anchos senderos del cardinal Este 
invadidos, llenos, de gladiolos floreados: 
toda ella embadurnada, maculada, de leche 
como una niña criada antaño por terneras: 
sus manos, que sostienen una antorcha, 
están negras y azules cual labios infantiles 
hartos de masticar las moras de las zarzas. 
La anteceden, se escapan, alzando el vuelo, 
los pájaros que, en la celada, ella encerró. 


*


Versión libre del poema
'Resiste camarada' de Abdelatif Laabi


ni fui el primero, ni seré tampoco el último
antes y después he pensado en los otros
en el mismo espesor de dolores infinitos
cortados en los vértigos de la resistencia
y he llamado con la voz rota en la garganta:


resiste camarada, si, resiste camarada
tus primeros pasos en la bárbara noche
tu corazón suspendido de los miedos
unos guijarros te ahogan la garganta
la sangre derramada en las entrañas
la angustia de lo que no es el hombre
la inmensa soledad te va corroyendo
y gritos terribles de muchas gargantas
atraviesan como un rayo las paredes
para rebrotar de nuevo en tu pecho


resiste camarada, si, resiste camarada
conozco de sobra los diez pasos exactos
que giran esperando la luz que nunca llega
conozco de sobra el idioma de los muros
y los sufrimientos resumidos y datados
los estratos del arrojo y valor acumulado
arrancados a la cal y al hierro oxidado
conozco de sobra aquello que piensas
las divisiones de los tiempo sin relojes
en grandes oleadas de vigilancia cierta
segregando las mareas de la esperanza
de pie, marcha, gira la luz salvajemente
aspirada por barrotes herrumbrosos
en la hora de la fiera que se aproxima


resiste camarada resiste
no dejes ni un poquito
de la sopa que te tiran
ni unas migajas de pan
cúbrete como puedas
intenta descansar algo
cuida tu preciosa salud
reúnete con tus fuerzas
duras rocas por demás 
hierro muy bien templado
en afrontar al enemigo
con tu humilde soberbia


resiste camarada
y con algún esfuerzo
verás desmoronarse
los castillos de arcilla
huir tropas de enanos
fundirse sus armas,
escudos y espantajos
empero lo que importa
es ver el primer rayo
de una aurora esencial
iluminando las ráfagas
sobresalto del hombre
en conjunción iracunda
pensando en la patria
en el pueblo que lucha
en la brisa estremecida
con su enamoramiento
y conmoverse llorando
justamente una lágrima,
o dos de suma alegría


resiste camarada, si, resiste camarada
eleva orgulloso tu cabeza de rebelde
ese dolor que te atraviesa el cuerpo
es sin duda el pan y la sal compartidos
es sin duda el umbral de la fraternidad
de los hombres con manos milagrosas
cada vez con más fortaleza y arrojo
es sin duda el muro al que golpean
es sin duda otro cuerpo que torturan
es sin duda el verdugo que se mutila
cada vez con más fortaleza y arrojo
el odio se forja en este yunque
ladran por doquier perros rabiosos
exhalan aquellas hienas su aliento
pero el hombre tendido, colgado allí
es un ejemplo, dueño y poseedor
hombre embalsamado de estrellas
el hombre de la larga caminata
que se amplifica y multiplica
en los humillados del mundo


resiste camarada, resiste 
doquiera que estés encarcelado
laten a la vez nuestros corazones
con tanto brío, con fuerza tanta
que nada podría en adelante
detener ese toque a rebato
de la justicia que va a la cita.




*


Jean Senac: Poema por la muerte de Alí (*)


Sorna por el 'Amén' de José


/Delante del oficial
=Frente al civilón
/A la puerta del campo
En la puerta del cuartel
/Él alzó la cabeza
Él bajó su testa
/¡Cuán altivo es Alí!
¡Cuán sumiso es José!
/¡Cuan digno de su padre Cheik Tumert!
¡Cuán indigno de su padre José María!
/¡Franco y noble como un surata!
¡Retorcido y vil como una rata!
/El oficial lo abofeteó
El civilón lo amonestó
/Alí no dijo nada. Alzó la cabeza.
José no dijo nada. Bajó la cabeza.
/Loco de rabia el oficial se puso a aullar,
/a patalear
Loco de alegría el civilón se puso a hablar,
a sonreir.
/Delirio de avispas
/alrededor del límpido rosal
Delirio de moscas
en torno al hediondo muladal.
/Alí alza la cabeza y sonríe
José baja la cabeza y tiembla
/Te golpearon tan fuerte,
/condujeron tan lejos por tus huesos el eléctrico
/estupor,
/que al despertar dijiste: 'Madre'
/y te alejaste de ti
/hacia malezas
/donde ya no te alcanzarán.
Te zarandearon, te empujaron,
te llevaron al cuarto oscuro de la costumbre
cuartelera,
y al encender la luz tiritando dijiste: 'Amén'
y te alejaste de los tuyos
hacia el barrizal
donde ni tu mismo te encontrarás jamás.
/Ni siquiera son dignos
/de dejar en el fango sus pasos,
/porque el agua es espíritu,
/la tierra es espíritu.
Ni siquiera tuvieron
que dejar sus huellas en el fango
de mancharse de mierda
porque la cobardía repele
porque la mierda hiede.
/No son más que furor
/Agrio motor que gira en el vacío.
/¡Oh corazón de mineral,
/hermano mío,
/tu brillas
/subterráneo y profundo!
¡Oh corazón de babosa,
maldito,
tu te arrastras
subterráneo como las ratas!
/Tu no dijiste nada
/dijiste 'Madre'
/Tu no dijiste nada
/dijiste 'Madre'
/Tu no dijiste nada
/dijiste 'Madre'
/Y por esa pequeña palabra austera
/te mataron.
Tu sin embargo dijiste algo,
dijiste 'Amén'
Tu sin embargo dijiste algo,
dijiste 'Amén'
Tu sin embargo dijiste algo,
dijiste 'Amén'
Y por ese vocablo de dos sílabas
te liberaron.
/Comí la miel de tu colmena.
/Tu perro me siguió.
/Corrí por las viñas
/hacia el terrón más grueso.
Aparté la hez de tu condena.
Tu perro te abandonó.
Y también corrí por las viñas
hasta el terrón más grueso.
/Tú sonreías
/grave
/confiado.
/Le grité a las abejas.
/Me sofocó el silencio.
/Ahora, por doquiera que me muestras
/al enemigo, estoy.
Y no dejó nunca a Pepe detrás mío.


-


René Depestre: El Caos haitiano


(homenaje, recuerdo y reconocimiento al martirizado pueblo haitiano que nos legó su rebeldía contra los esclavizadores y triunfó encabezado por sus jefes esclavos como ellos; homenaje, recuerdo y reconocimiento en uno de sus hijos, el poeta René Depestre)


A Yvonne Bador 


*


Descubierta está una desdicha-tigre 
entre la existencia y yo: ¿puede uno 
domar el caos haitiano de sus días? 
¿puede uno contener en sus arterias de nómada 
la supuración existencial de tiempos de soledad? 
todo el ultramundo planetario de nocturno dolor 
sigue ofreciendo brazos marítimos que atravesar. 
Un mal-estar no interrunpido se enrosca sin fin 
en despedida de ternura al golfo de Jacmel. 
Uno puede pasar su vida de poeta vencido 
exiliado en las siete jornadas de la semana. 
Teniendo frente a mí los años contados, 
soy el caballo sudoroso de mis raíces. 


-


Más allá (*)


(homenaje, recuerdo y reconocimiento al martirizado pueblo haitiano que nos legó su rebeldía contra los esclavizadores y triunfó encabezado por sus jefes esclavos como ellos, en uno de sus hijos, el poeta René Depestre)


René Depestre: Intemperies 99


A Pierre Tournier 


Más allá de las viñas anegadas 
más allá de las casas estalladas 
y de los sueños evaporados, 
más allá de los ojos que todo lo perdieron, 
más allá de las vidas que la lluvia deshonró, 
en la herida más dolorosa del espíritu 
la cicatriz va labrando su labor de ternura: 
los candorosos pájaros aprenden a cantar 
de nuevo en el silencio de las muchedumbres. 




Lézignan-Corbières, noviembre 1999


-


(homenaje, recuerdo y reconocimiento al martirizado pueblo haitiano que nos legó su rebeldía contra los esclavizadores y triunfó encabezado por sus jefes esclavos como ellos; homenaje, recuerdo y reconocimiento en uno de sus hijos, el poeta René Depestre)


René Depestre: Hegel por el Caribe 


Papá Hegel es savia soberana 
en el ramaje del pensamiento: 
sus voces alemanas de filósofo 
todavía peregrinan triunfantes 
en torno a los seres, a las aves 
y a las cosas bellas de la vida, 
mientras su lámpara sigue ciega 
al hundimiento de los Negros del mar Caribe. 


¿Quizás por esto el océano 
es un versificador dramático? 


Papá Hegel se sabe de corrido 
como su escritorio, la dialéctica 
del ser y parecer en sociedad 
de plantación: amo y esclavo 
colonizador - originario
santo cristiano - loa vudú 
francés - acriollado
blanco - negro - mulato 
mas sus palabras forman sombras en torno 
a los problemas de la máscara y la verdad. 


¿Tal vez por esto mi vida 
no es escalera de cristal? 


Papá Hegel posee recias manos mágicas 
de artesano para aclarar a plena luz del día 
legislaciones y misterios de la gran historia 
de la humanidad, mas carece de ojos fraternales 
para las arterias que se precipitan, aturdidas, 
atormentadas, por la jungla de la desdicha negra. 


¿Acaso, quizás, tal vez, por esto, mi negra, 
comemos y bailamos en la cocina 
cuando es noche de fiesta en Occidente? 


-


René Depestre: El neumático quemado


(homenaje, recuerdo y reconocimiento al martirizado pueblo haitiano que nos legó su rebeldía contra los esclavizadores y triunfó encabezado por sus jefes esclavos como ellos; homenaje, recuerdo y reconocimiento en uno de sus hijos, el poeta René Depestre)


A Laënnec Hurbon  y a Hans Christophe Buch 


¿Sabéis el condimento del tío Lebrun? 
rico solomillo de haitiano a la plancha, 
entrecot con patatas de nigromantes, 
oleada de historia humana azulona 
de tanto sangrar en leña de infamias. 
Haitiano-bistec viviendo el infierno 
en un tercio de isla donde circula el destino 
lejos de los convidados a la comedia, 
sometidos los músculos, vendidos en el templo 
de los comerciantes negros y blancos de la globalización. 
¡En el primer país productor mundial 
de desventuras, calamidades y zombis, 
voto en contra el neumático quemado, 
en contra del espacio y del tiempo locos 
que nos hace la llamarada del tito Lebrun! 
Yo voto por Toussaint Louverture 
contra el perpetuo retorno del látigo a mi lomo. 
Salgo escabulléndome de la vieja 
estructura gemela bárbaro/civilizado; 
a todo correr abandono para siempre 
la casa en llamas de las brutalidades: 
soy un tempranero volver a empezar, 
mi mascarada mañanea para acudir 
a-depositar-el-voto-al-sol-de-un-arte-de-vivir-juntos.




-
Paso a paso en 'presencia' (1) de Mutabaruka


Eternamente presente
Aquí y ahora mismo
Más allá de las distancias forma viva
A pesar del tiempo que todo lo gasta
De la vieja amistad que amo
Convirténdolo en humareda
Procesión lenta, majestuosa
Como brujas de unos verano
De nubes que parecen
Elevándose en el cielo
El brillante resplandor del sol
Luminoso recuerdo presente
Reflejado en el curso del agua
Que vivifica ese pasado
Indolente que murmura
Encarnizado en luchas
Viejos recuerdos embellecidos
Que nos hicieron poco a poco
De nuestra infancia común.
No eres más que un delgado
Hilo de agua en el brumoso desierto de esos días
Vacíos, vanamente absorvidos
No eres más que una gota de recuerdo
Que se transforma en río en el desierto de estos días
huecos, ferazmente rememorados
Un saludo siquiera
Un recuerdo perenne
Para ti que no olvido
Para ti que no has muerto
Eterna presencia de la vieja amistad...


-


'Recuerdo' (1) al alimón con Jean-Baptiste Mutabaruka (2)


*Acuérdate de la dulzura de un atardecer
Recuerdo las dulzuras de los mediodías
*Junto a una fuente
Cerca de la poza
*De la danza de la hierba que se dobla
Del oleaje en los campos de cebada
*Bajo el viento
*Del agua que corre al fondo del valle
Del agua que fluye de poza a huerta
*Acuérdate, acuérdate de las locas carrera
*por llanos secos, quemados por el fuego
*cuando se pulverizaba todo el bosque
Recuerdo, recuerdo la loca carrera
del fuego por rastrojos del terreno
entre el verdor de la dulce otoñada
*Acuérdate de los primeros días escolares
Recuerdo mañanas camino de la escuela
*Del alfabeto rebelde
Del áspero silabario
*De la serie de números de las múltiples divisiones
*en el polvo maleable
De las hileras de números en suma interminable
en la negra pizarra
*Acuérdate de la ternura maternal
Recuerdo la ternura de mi madre
*De las manos de tu madre modelando tu rostro
De los brazos de tu madre cobijando tu cuerpo
*Los nervios tensos por los duros rayos del sol canicular
Los nervios crispados por los duros trabajos del campo
*Tesoro sin precio, inigualable, madre


__________


(1) 'Recuerdo' es un poema de Jea-Baptiste Mutabaruka


(2) Poeta ruandés educado entre los tutsis


(*) Con asterisco, los versos Mutabaruka


-

Charles Simic: A los criadores de cochinos, mis predecesores


Cuando jamo cochino, es asunto grave.
Me estoy jamando a mis predecesores.
Jamando la tierra en la que laboraban.


Beodos molondras de nabo, cuatreros de caballos,
desenfrenados, descorteses, trabajadores sucios,
dentro de mi corriente sanguínea los rememoro.


Si le incorporo ajo a mi cochino
es por aquel que llegó a clérigo,
dejó la tierra, se ató a la ciudad
y se cambió de nombre para jamás aparecer.


.


Anónimo: Poema leído en un papiro



Aquel jovencísimo sicómoro
que ella plantara con sus propias manos,
cuando entreabre los labios para hablar,
el murmullo de sus hojas verdes
es dulce como el sabor de la miel.


Es bello.


Hermoso, acogedor e íntimo
como el color verdioscuro de sus ramas,
más profundo que el verdor del moral
adonde antaño siendo niña gateara.
Está cuajado de fruta madura,
roja como el jaspe sanguíneo.
Sus hojas tienen el color de la malaquita,
su corteza posee el color del jaspe verde.
Los frutos, ¡ah los frutos!, imanan como el rojo de sus labios.


En fin, atrae a los que no están a su abrigo
porque en su sombra las brisas se refrescan.
Es como si colocara una carta de amor
en la mano de una doncella, hija del mayordomo jefe,
a la que hace correr anhelante hacia el amado:


'Ven a pasar un momento con tus amigos. 
El jardín está en fiesta, 
y yo guardo el emparrado y la tienda. 
Las gentes del jardín se solazan 
y son aun más felices cuando te ven aparecer. 
Haz venir a los lacayos ante mi con provisiones. 
Luego vuelo hacia ti, 
y es como si me sintiera ebrio, 
sin haber bebido'. 


Los servidores vinieron con alimentos,
trajeron variadas cervezas,
panes de todas clases;
muchas flores de ayer y de hoy;
y toda clase de frutos.


¡Oh! que pueda transcurrir el día felizmente
mañana tras mañana,
tres jornadas ininterrumpidas sentándose a mi sombra.


Su amigo está a su diestra.


Ella le da de beber y hace lo que él dice.


Mientras la compañía se hunde en la borrachera,
ella se mantiene apartada de su hermano.


Va y pasea bajo mis ramas,


la hermana,


pero yo guardaré silencio


y no revelaré


ni lo que vea,


ni sus


palabras.




Papiro del Egipto Antiguo




-


Rabemananjara: Canto XXII


A mi amigo M. de la Roche, al artista y al poeta


*


¡Azul, tan azul ese ojo del firmamento tras el cristal de mi ventana!
La vida en flor entre mis pestañas.
El azul entero entre mis párpados.
¡Azul, tan azul ese ojo del firmamento tras el cristal de mi ventana!
.


¡Sombrías, tan sombrías estas cuatro paredes!
La muerte empapa tierra y piedra.
de una sudoración de otro planeta...
¡Puros, tan puros esos gritos de niño en su alma rodeada!
.


¡Pero, quién oirá, tierna Inocencia,
tu canto demasiado puro,
tu voz asaz clarividente
en el clamor de la noche!
.


¡La fuerza ciega del abismo
extrayendo con su látigo
el agrio son del moribundo!
La piel suavizada del dolor
sangra al duro beso de la cuerda.
.


Las estrellas agonizan sin un suspiro.
¡Qué mano levantada al horizonte
tenderá a los labios de los héroes
la enrojecida ofrenda de la Aurora!
.
De la sangre, no he derramado nada.
De la muerte, no he sembrado nada.
Mis dedos son claros como primavera.
Mi corazón es tierno como una hostia.
.


¿Quién oirá, casto Guerrero.
tu voz excesivamente pura,
tu canción demasiado dulce
en el chirrido de las tinieblas?
.


¡Azul, azulado ese ojo del cielo tras las rejas!
¡Fresco, fresco grito del infante en el prado!
La vida en agrz entre mis pestañas.
El azur completo en mis párpados.
La inocencia en los pliegues del alma...


12 de junio de 1947. Prisión civil. Tananarive.


*


Estos pobres hombres solitarios,
algunas veces, muchas veces,
desde el punto diminuto
de sus cuerpos
en el que se aposentan,
incrementan su arrojo,
y engordan su valentía.


Intrépidos salen a la calle
imbuidos de un poder infinito,
capaces de desfacer entuertos,
destruir xenofobias y racismos,
pulverizar guerras de agresión,
acabar,
de una vez por todas,
con la explotación del hombre por el hombre.


Caminan, corren, vuelan, levitan
inflados como pavos
mirando a diestro y siniestro
por encima del hombro
a los seres mortales como ellos...


Mas, luego,
al poco tiempo,
casi al instante,
se dan de bruces
con el muro vigilado:
ejércitos, agentes secretos, policías,
guardias de seguridad,
porteros, vigilantes,
chulos,
mindunguis de toda ralea...
bien cebados y mejor armados,
les salen arrogantes al paso.


El canguelo los seduce, los reduce,
los desinfla, los adelgaza,
los transforma casi en un fino hilo
que se va carcomiendo en el extremo
hasta convertirse en punto.


En el punto en que se hallaban
cuando algunas, muchas veces,
estos pobres hombres solitarios...

Iswe Letu

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